La Joyería Sánchez Vallina, originaria de los años 60, surgió fruto de la pasión de Nicolás Sánchez (militar y joyero) junto a su familia. Tras dificultades iniciales, se trasladaron en los 70 a la calle Asturias, donde el negocio comenzó su expansión.

En los 90, Conchita Vallina y sus hijos asumieron la dirección, modernizando la joyería y renombrándola. En 2017, celebraron casi 50 años con una remodelación significativa, fusionando tradición y modernidad.

Hoy, reconocidos por su calidad y diseño exclusivo, ofrecen colecciones propias y marcas de alta relojería, tanto en tienda física como online.